Gracias por seguir aprendiendo, y enhorabuena por ser tan capaz en el deporte. Semana grande.
Esta semana ha sido intensa, deportiva y de un gran aprendizaje. Primero conseguiste, el Jueves, un tercer puesto en las Olimpiadas Escolares, después, el sábado, ganarías en tu categoria de benjamines: "La Volta a Peu de San Onofre" de Algemesi. Y durante el fin de semana vencisteis con tu equipo de balonmano el Trofeo de Alzira. Todo ello es una hazaña que comenzó mucho antes, con entrenamiento previo y constancia.
Antes de disputarse las Olimpiadas Escolares del Jueves, primero tuviste
que clasificarte la semana anterior en la carrera de 400 metros en tu colegio,
y después competir contra 30 niños seleccionados entre los mejores de todos los
centros participantes en las Olimpiiadas, concretamente de 10 colegios. Fue un
evento precioso, lleno de color, armonía, alegría, compañerismo y espíritu
deportivo entre niños de 9 y 10 años.
La prueba no fue fácil. Competiste en los 400 metros: una distancia dura,
que exige no solo velocidad, sino también resistencia, estrategia, y mucho
control. Aun así, lograste un magnífico resultado, un tercer puesto. Pero más
importante aún que el resultado fue el aprendizaje que esta experiencia te
regaló:
> "La concentración y una actitud positiva son igual o más
importantes que una buena preparación física."
Tu carrera empezó con dificultad: te asignaron una calle exterior, lo que
te obligó a adelantar a 28 niños. ¡Y lo lograste! Te colocaste segundo, a unos
4 metros del líder, un niño muy preparado y jugador de fútbol en un equipo de
élite como el Levante. Pero entonces, poco antes de la última curva, algo
inesperado ocurrió. Desde la grada, tu madre y yo vimos cómo tu ritmo bajaba,
como si algo te distrajera. En la recta final intentaste recuperar, y estuviste
a punto de alcanzar al segundo puesto, pero en los 400 metros eso ya es muy
difícil.
Más tarde, al ver el vídeo, entendimos qué pasó: la cinta del pelo. Se te
estaba cayendo, lo notaste, intentaste recolocártela, y al no poder, se cayó. Y
en ese pequeño gesto, tu atención se desvió. Instintivamente frenaste, por una
preocupación tan humana como insignificante.
Y por eso te cuento esta historia de la carrera. Porque en la vida, los
pequeños detalles marcan la diferencia. El esfuerzo y el entrenamiento no
bastan. Hace falta cuidar esos detalles, y sobre todo, mantener la
concentración y una actitud decidida. Todo esto se aprende con la experiencia.
Para ganar carreras, primero hay que perder muchas.
Posteriormente llegó el fin de semana, y el Sábado competiste con niños de
tu edad en la.carrera popular de Algemesi: "La Volta a Peu de San
Onofre". Aquí fuiste superior desde principio al final. Has debido
aprender que el espíritu de lucha y la perseverancia en el rendimiento durante
una competición deben de ser constantes, con respeto pero nunca confiarse.
Además durante ese fin de semana, sábado y domingo, también disputaste un
Torneo de Balonmano con tu equipo de los MARISTAS; con 5 partidos de 30 minutos
cada uno. No solo ganasteis, sino que en tu caso particular mostraste un grado
de intensidad, de adaptación a los roles que te pedía el entrenador, y sobre
todo capacidad defensiva, encomiables. Hay que seguir aprendiendo técnica y
estrategia, y tienes todo el tiempo del mundo para lograrlo.
Por todo ello, hijo, enhorabuena. No solo por el podio, y las victorias, sino por todo lo que estas carreras y partidos te han enseñado.
Yo, como tu
padre, estaré a tu lado para que encuentres más oportunidades de aprender. Y si
alguna vez intentan impedirte vivir esas experiencias, cambiaremos el rumbo.
Porque necesitas vivir y experimentar para crecer y convertirte en quien
quieras ser.
Te quiero.
Papá.
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