Se cierra un ciclo vital. Y como di mi palabra en su momento de describir toda mi historia públicamente, cumplo con ello. Y no por un deseo personal de hacerlo público, sino porque este tema siempre fue, muy a mi pesar, debatido públicamente y asi debo concluirlo.
Corren tiempos perennes en mi vida de pensamientos positivos, sanidad y fe.
Tal vez pudiese parecer nostálgico, o como un momento que interrumpiese mi
línea vital, el hecho que recuerde durante estos días lo vivido con mi hijo
Xavi, a quién perdí físicamente hace 10 años. Nada más lejos de la realidad.
Solo que debo recordar que hoy se cierra un círculo de una etapa vital en la
que no se me permitió luchar legalmente por continuar la legítima y necesaria
relación paterno-filial que requería mi hijo, y las barreras fueron colocadas
desde las instituciones Judiciales. Por ello, tras una larga batalla judicial,
renuncié a una patria potestad legal, que de facto se me arrebató impunemente
por lo que convenimos en llamar Justicia.
Además se cierra este ciclo con una resolución judicial administrativa que
me da la razón en cuanto a que el Juzgado cometió un error y por lo tanto el
Estado es quién tiene la responsabilidad patrimonial por el funcionamiento
anormal de la Justicia en la decisión que significó para mí no poder continuar
luchando legalmente por la relación con mi hijo.
Esta victoria de nada práctica para restaurar dicha relación, sí es útil
sin embargo en el interior de mi espíritu, pues cierro el ciclo de duelo,
aceptación y superación que he tenido que transitar a lo largo del mismo. Y con
ello, poder decir que de forma limpia y sana que no tengo ninguna condena en mi
contra, que pude superar las embestidas judiciales resultando todas ellas a mi
favor, y que mi conciencia está muy tranquila, ya que la pérdida de relación
con mi hijo no se produjo en los tribunales, sino basada en la trampa y la
alienación maternal que sufrió un niño de apenas 10 años, a quién deformaron su
identidad paterna y su conciencia más íntima de amor por su padre.
En la actualidad mi línea vital se basa solo y exclusivamente en la salud,
paz y libertad, con un profundo respeto y solidaridad respecto a todas las
personas que pasaron y siguen pasando por mi vida. Que no tengo ningún tipo de
odio ni rencor, que carezco de malestar emocional por lo vivido, que puedo ver
con perspectiva, claridad y serenidad tanto mi pasado, mis objetivos futuros,
como lo que más me importa, el presente cálido y agradable que transito. Y
sobre todo, que amo, que se querer tanto a mi mismo como a los que me rodean.
Con defectos a pulir, y virtudes a resaltar, vivo muy consciente guiado por el
amor.
Hijo, te quiero, y nadie ni nada podrá evitarlo ni siquiera tú. Solo es
cuestión de tiempo, y este es eterno, más allá de este plano físico.
Papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario